Artículo escrito por mi gran amigo siciliano y sicilianista Fábio Di Silvestri, representante en España del MIS (Movimento Indipendentista Siciliano):
Si hay una máxima sobre cómo la lengua es el espejo del pueblo que la habla, esta afirmación alcanza la cumbre en el caso de Sicilia y el siciliano . Idioma principalmente de origen romance , pero enriquecida con miles de vocablos procedentes del griego , el árabe , el francés , el catalán, el castellano y hasta el alemán... En pocas palabras , de todas y cada una de las lenguas de las potencias dominantes que a lo largo de los siglos han gobernado Sicilia, dejando una huella que dura hasta hoy día. La historia de la lengua siciliana está intrinsecamente conectada con la historia de su mismo pueblo. Florece con una riquísima producción literaria cuando Sicilia en el siglo XI bajo el Reino de Federico II Hohenstaufen, apodado como «stupor mundi», se convierte en el centro de su enorme imperio. Federico II de Hohenstaufen (la familia heredera del Reino de Sicilia hasta hoy día) fue rey de Sicilia, Chipre, Jerusalén, y emperador del Sacro Imperio Romano. Habiendo crecido en Sicilia, en particular en Palermo, hizo de esta ciudad la sede de su enorme reino, por lo que Sicilia volvió, como en los tiempos de la grande Siracusa, a prosperar desde un punto de vista tanto económico como literario. Palermo era entonces la segunda ciudad más rica y próspera del mundo, tan sólo por detrás de Córdoba.
En realidad, el idioma siciliano nació como dialecto del griego bizantino, pero la romanización de Sicilia y del sur de Italia, así como la influencia del Papado que fue deteriorando la presencia de la iglesia greco-ortodoxa, acabó por transformar el entonces dialecto greco-siciliano en un idioma prevalentemente romance. Sin embargo, sería tan sólo a partir del reinado de Federico II de Hohenstaufen, cuando en Sicilia empezaría una verdadera producción literaria, que alcanzaría su apogeo con la famosa “escuela siciliana”. En esta afamada escuela de Palermo, nace el soneto, un particular estilo poético que posteriormente también sería utilizado por grandes poetas toscanos como Dante, Petrarca o Boccaccio. El impacto literario y cultural del siciliano fue tal que muchas palabras y expresiones sicilianas empezaron a ser empleadas también en el toscano literario, base de la lengua italiana. Dos siglos más tarde, en el año 1434, Alfonso V de Aragón, patrocina la apertura de la primera Universidad Siciliana, la Siciliae Studium Generale de Catania. La apertura de la misma conlleva un gran impulso para el desarrollo del idioma siciliano, que se enriquece con términos técnicos y científicos. Sin embargo, ya desde entonces, el siciliano empieza a vivir una lenta pero inexorable decadencia, convirtiéndose en el habla de las clases populares, mientras que el catalán y el aragonés primero, y el castellano posteriormente, son utilizados por la administración política. El golpe de gracia definitivo de la lengua siciliana viene con la dominación italiana. Aprovechando el descontento que los sicilianos sentían hacia el reinado de los Borbones y la rivalidad que había surgido entre Nápoles y Palermo, Sicilia fue anexionada al Reino de Italia a través de un referendum cuya validez aún hoy muchos ponen en duda. Pronto las aspiraciones de quienes ayudaron a los piamonteses a conquistar el sur de Italia se vieron traicionadas. En particular, una reforma agraria prometida al pueblo y nunca cumplida, desató el descontento del pueblo siciliano, que no tardó en manifestarse mediante fenómenos como el “brigantaggio”, revueltas, motines, así como la tristemente archiconocida mafia. La relación entre Sicilia e Italia entra entonces en un estado de continuo conflicto, cuyo momento más tenso se vivió en 1866 con el famoso motín de Palermo conocido como Sette e mezzo, que dio paso a lo largo del siglo XX a fases de relativa calma y que ha recobrado vida en el año 2000, con la fundación de varios partidos autonomistas e independentistas.
Zonas donde se habla siciliano o lenguas derivadas: isla de Sicilia y sur de Calabria y Apulia |
Con la ley de 2011, el Presidente Lombardo y el Departamento para los bienes culturales y la identidad siciliana del Gobierno Siciliano tratan de resolver de manera definitiva la crisis de identidad reinante entre la población. Estudiar no sólo el idioma, sino también la verdadera historia de la isla, servirá para crear futuras generaciones de personas más conscientes del rico patrimonio cultural de la isla, y al mismo tiempo, para quitarse el peso de la subyugación cultural. Porque es justo en el siciliano donde se refleja la complejidad étnico-cultural de la isla como centro del Mediterráneo, que durante siglos fue considerada como el “jardín de Europa”. Si se perdiese el siciliano, no se perdería sólo la esencia de Sicilia, sino también el idoma europeo que, más que cualquier otro, es fruto del intercambio, de la armonización y de la fusión entre culturas europeas.
"Ya hemos hecho Italia, ahora hay que hacer a los italianos".
ResponderEliminarHay dos cuestiones importantes:
1) La ortografía. Unas normas comunes, útiles, para todos los hablantes del siciliano.
2) Un nombre. Los calabreses, los salentinos y los sicilianos hablan la misma lengua, sí, pero que nombre le ponemos?
Mis cuatro abuelos eran de Sicilia y en mi casa hasta en los tíos mayores se hablaban en esa lengua, más si se enojaban, allí no cabía otra manera de expresarse. Que dulce era escuchar hablar a los abuelos entre sí.
ResponderEliminarNunca pude visitar Sicilia pero siempre me sentí ligado a ella, su lengua fue parte de mi niñez
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