Siempre se ha dicho que el verdadero deporte nacional de la piel de toro es el criticar, y mucho me temo que sea algo cierto. Independientemente del lugar de procedencia de cada cual, su edad, su orientación política o su oficio (y beneficio), todo español de a pie alberga en su interior una "vieja'l visillo" que gusta de despotricar a diestro y siniestro de todo y de todos. También es cierto que a menudo lo que se critica como algo ajeno, debería hacerse como algo propio. Pero ya se sabe, es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio... Verbigracia, siempre me han maravillado las críticas feroces o el cachondeo general que se forma cuando los españolitos oímos a algún paisano hablar inglés con más o menos gracia, lo cual resulta paradójico si se tiene en cuenta que España es uno de los países europeos con el nivel de inglés más bajo, aunque a veces pueda parecer lo contrario visto lo visto...
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