Cuando las primeras telenovelas vieron la luz hace unos sesenta años, el contenido local de las mismas era más que evidente, y prueba de ello era el tipo de español que se utilizaba en cada una de ellas dependiendo de su nacionalidad. Sin embargo, vista la proyección transnacional de dicho género, en la última década han proliferado las coproducciones a nivel panamericano, y también transoceánico (principalmente con España), lo que ha desembocado en una progresiva homogeneización del producto que, por supuesto, afecta también al idioma. En efecto, el español utilizado en las telenovelas es cada vez más estándar, y muchas veces sería difícil atribuirle una nacionalidad específica a alguna de estas producciones, dada la casi inexistencia de dialectalismos que hay en los diálogos. Según varios expertos en temas audiovisuales, un recurso de creciente aplicación para mejorar las posibilidades de éxito transnacional de las telenovelas (en el ámbito hispanohablante) es la incorporación de a...
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