Área donde se habla serbocroata |
El serbocroata es un ejemplo de lengua que se escribe con dos alfabetos distintos -el latino y el cirílico-, lo que causa bastante controversia en los lugares donde se habla. En efecto, durante estos dos últimos decenios se podría afirmar que el serbocroata se está dividiendo en hasta cuatro nuevas lenguas diferentes: el serbio, el croata, el bosnia y, más recientemente, el montenegrino. Todo ello se debe más a intereses de cariz político que sociales y/o culturales. Como ya se ha comentado anteriormente, la lengua serbocroata se escribe con dos alfabetos que corresponden a las dos variantes principales del idioma: el latino es utilizado en la catòlica Croacia, donde se habla la variante occidental del idioma; y el cirílico es el más usado en la ortodoxa Serbia, donde se habla la variante oriental del serbocroata. Las únicas regiones de la antigua Yugoslavia donde estos dos alfabetos conviven más o menos a partes iguales son Montenegro y Bosnia-Herzegovina (en este último caso, sobre todo a causa de la variada composición étnica de su población).
A pesar de que pueda parecer que la fragmentación del serbocroata ha sido una de las tantas consecuencias del conflicto bélico que asoló Yugoslavia durante la década de los 90, lo cierto es que este fenómeno secesionista es anterior (la guerra, al fin y al cabo, tan sólo fue la gota que colmó el vaso). El serbocroata fue declarado idioma común de los pueblos eslavos del sur (serbios, croatas, bosnios y montenegrinos) a finales del siglo XIX. Sus dos principales variantes, la oriental y la occidental, tenían sus correspondientes centros en Belgrado y Zágreb, y cada una usaba respectivamente el alfabeto cirílico y el alfabeto latino. Además, el serbocroata contaba con una infinidad de dialectos, definidos (a pesar de la retórica nacionalista) más por factores geográficos que étnicos. Este fenómeno unificador del idioma se vio reforzado en 1918 con la creación del Reino de los serbios, croatas y eslovenos (estado embrión de la futura Yugoslavia). Fue entonces cuando se decidieron las bases del serbocroata estandarizado y que coincidía básicamente con el dialecto hablado en el este de Bosnia-Herzegovina y la parte occidental de Serbia. Debido a ello, tanto en Croacia como en Serbia (que luchaban por imponer su variante al resto del estado) se tuvieron que hacer muchos esfuerzos para lograr la unificación lingüística: en Croacia, por ejemplo, se sustituyó progresivamente el habla de Zágreb, denominada kajkavian (kaj es la manera en cómo se dice el pronombre interrogativo "qué" en aquella zona) por el dialecto stokavian (sto es cómo se dice "qué" en gran parte de la antigua Yugoslavia); por su parte, en Serbia se abandonó la variante culta (slavenoserbski), que nunca fue asimilado por las clases populares serbias. Durante el periodo que vendría después, el nuevo estado (ya rebautizado como Yugoslavia) se vio fuertemente influenciado por las denominadas ideas panyugoslavas, que defendían la unificación del idioma en una sola variante (la oriental) con una sola escritura (la latina). No obstante, esta corriente no contó con gran acogida ni entre serbios, que no querían abandonar el cirílico, ni entre croatas, que no querían dejar de utilizar la variante occidental.
Pasada la Segunda Guerra Mundial, ya con Tito en el poder de la Yugoslavia comunista, las tensiones étnicas fueron duramente reprimidas en pro de la hermandad y la unidad entre pueblos que proclamaba el régimen (Bratstvo i jedinstvo era el lema del país). Sin embargo, y tal y como se trató anteriormente en el blog, hubo demandas, sobre todo por parte de Croacia, para que se reconocieran las singularidades de cada habla, especialmente en lo concerniente a la onomástica del idioma (ciertos sectores intelectuales croatas presionaron en varias ocasiones para que el croata fuera reconocido como idioma oficial diferenciado de la federación).
Pasada la Segunda Guerra Mundial, ya con Tito en el poder de la Yugoslavia comunista, las tensiones étnicas fueron duramente reprimidas en pro de la hermandad y la unidad entre pueblos que proclamaba el régimen (Bratstvo i jedinstvo era el lema del país). Sin embargo, y tal y como se trató anteriormente en el blog, hubo demandas, sobre todo por parte de Croacia, para que se reconocieran las singularidades de cada habla, especialmente en lo concerniente a la onomástica del idioma (ciertos sectores intelectuales croatas presionaron en varias ocasiones para que el croata fuera reconocido como idioma oficial diferenciado de la federación).
Señalización de carretera en Bosnia escrita en latino y cirílico. Nótese que algunos de los nombres en cirílico han sido tachados |
Ahora bien, el proceso más grave de fragmentación empezó a gestarse tras la muerte de Tito en 1981 para eclosionar finalmente durante las guerras yugoslavas que tuvieron lugar durante la primera mitad de los años 90. Fue a raíz de la división de Yugoslavia en nuevos países, cuando los respectivos dirigentes políticos decidieron, por decirlo de algún modo, inventarse un idioma de acuerdo con la idea de un país, una lengua. Es, por ejemplo, el caso de Croacia, el más radical de todos ellos, donde poco a poco se ha ido haciendo una limpieza de palabras "no croatas". Además, se ha intentado imponer varias veces una ortografía etimológica (en detrimento de la ortografía fonética, que es la utilizada por el serbocroata), lo que habría supuesto que incluso los mismos croatas hubiesen tenido que aprender de nuevo su propio idioma. Por otro lado, en Serbia el alfabeto cirílico ha sido declarado el único oficial por parte de las autoridades, cuando antaño era normal encontrarse, verbigracia, con cárteles escritos con letras latinas. El caso más trágico es, sin duda, el de de Bosnia-Herzegovina, donde conviven serbios y croatas con una numerosa comunidad musulmana. Al contrario de lo que muchos puedan pensar, los diferentes grupos étnicos no tienen hablas que los distingan los unos de los otros. Por ejemplo, un habitante de Móstar de etnia croata no se diferencia lingüísticamente de otro habitante de la ciudad cuya religión sea la musulmana, sino que ambos tienen el habla típica de Móstar, ya que, como se ha comentado, la dialectización del serbocroata no se debe a factores étnicos, sino geográficos. Con la independencia de Bosnia-Herzegovina y el posterior redactado de su constitución como estado independiente, se declararon lenguas oficiales el bosnio, el serbio y el croata. Lo que no recoge el texto es si estos tres nombres se refieren o no a tres lenguas diferentes, y lo deja en la ambigüedad. Aún así, la corriente imperante en el estado bosnio es que cada grupo étnico tenga su propia lengua, por lo que los bosnios croatas toman como modelo lo que se decide en Croacia, los serbobosnios lo que se dice en Serbia, y los bosnios musulmanes están en proceso de crear aquello que se podría definir como lengua bosnia. Con todo, es en Bosnia-Herzegovina donde aún son oficiales ambos alfabetos. El caso más reciente de secesionismo en el seno del serbocroata es el de Montenegro, en donde a raíz de la independencia de Serbia en mayo de 2006 las iniciativas para el reconocimiento del montenegrino como idioma han ido ganando cada vez más adeptos.
A modo de conclusión, conviene decir que, a pesar de las diferencias entre las hablas de Croacia, Bosnia-Herzegovina, Serbia y Montenegro (que las hay), éstas van sólo del 3% al 7% del léxico según las variantes que se estén comparando.Por este motivo, y por mucho que los políticos de la zona se obcequen en lo contrario, a día de hoy la lingüística considera el serbio, el croata, el bosnio y el montenegrino un solo idioma.
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