Al sur de la frontera que lleva dividiendo dos sociedades hermanas durante tanto tiempo, multitud de palabras nuevas llegan rápidamente a rebufo de la globalización. De este modo, para los surcoreanos, términos de origen inglés como "shampoo" (champú), "juice" (zumo, jugo) y "selfservice" (autoservicio), son palabras de uso diario. Para los desertores norcoreanos, en cambio, no significan absolutamente nada. Si se cambian las tornas, también se puede aplicar el mismo principio: la gente de Seúl se extraña al oír palabras tan norcoreanas como "salgyeolmul" ( 살결물 ) , que literalmente significa "agua para la piel" (lo que en el Sur sería "skin lotion" o crema hidratante). Dos países, enemigos mortales, unidos por lazos históricos, familiares... y lingüísticos, aunque hasta un cierto punto. La división de la península coreana, que dura ya más de siete décadas, ha creado una creciente barrera lingüística que da lugar a malentend
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